Je ne vois que toi
Despertar de lo Femenino Divino: El Verano Antes del Derrame Cerebral
El año 1978 marcó un punto de inflexión en mi vida. En la víspera de Año Nuevo, sufrí un derrame cerebral que transformó profundamente mi existencia. Sin embargo, el verdadero cambio ya había comenzado ese verano, cuando enfrenté una elección: pasar la temporada en Francia o en Alemania. Mis planes estaban definidos — iba a pasar el verano en una Aldea Infantil SOS en Francia.
Pero justo antes de que terminara el año escolar, recibí la noticia de que mi profesor me había recomendado para un programa de intercambio cultural. Fue organizado por el Pädagogischer Austauschdienst (Servicio de Intercambio) de Alemania (PAD) y apoyado por la sección cultural de la embajada alemana. Me ofrecía la oportunidad de sumergirme en el idioma y la cultura alemana. Ese único giro no solo alteró mi verano — inició una recalibración completa de mi vida.
En Alemania, la fachada que había construido comenzó a desmoronarse. Últimamente, me he encontrado jugando con el pensamiento: ¿y si hubiera elegido Francia en su lugar? ¿Habría encontrado otro tipo de tragedia — una que aún llevara los contrastes y las invitaciones necesarias para dar a luz la claridad, el discernimiento espiritual y la conciencia del punto cero desde la que ahora vivo?
Une Femme Amoureuse: Una Frecuencia Olvidada
El último verano antes de mi derrame cerebral ha estado rondando mis pensamientos desde que YouTube me recomendó Une femme amoureuse de Mireille Mathieu. Había olvidado por completo la canción, aunque solía escucharla a menudo a principios de los años 80, después de recibir el casete de mi profesora de francés. Tanto mi profesora de francés como la de alemán me visitaban con frecuencia después del derrame. Les envío amor, Eila Lampela y Laila Kultalahti 💖
Con una nueva comprensión, mi mente comenzó inmediatamente a interpretar las letras de Mireille. Hablan de amor incondicional — de una devoción que honra únicamente la fuerza divina que surge del corazón. Un amor completamente dedicado a proteger la energía sagrada femenina.
Me di cuenta de que ese había sido mi estado interior en 1978 antes del derrame. Una noche, mi entonces novio me preguntó qué pensaba sobre las relaciones románticas en general. Sin dudarlo, respondí: “Todo o nada.” No comprendía del todo el significado de mis palabras en ese momento. Pero ahora sí: mi mente estaba buscando un amor tan absoluto que pudiera distinguir la resonancia de la disonancia, y comprometerse a hacer que las cosas funcionaran, sin importar qué.
Une femme amoureuse – Interpretación Energética de lo Femenino Divino
Esta sección no solo interpreta la letra de la canción — abre una ventana a la vibración de la energía femenina: un campo de amor que filtra, resuena y establece límites para proteger la luz. Esto no se aplica únicamente al amor romántico — es un recordatorio universal. En un mundo donde establecer límites a menudo se percibe como un acto de rebeldía, debemos recordar: establecer límites saludables no es solo nuestro derecho. Es una necesidad sagrada para proteger la luz que atesoramos.
Le temps qui court comme un fou —– El tiempo corre como un loco —
Aujourd’hui voilà qu’il s’arrête sur nous —– Pero hoy se detiene sobre nosotros —
Tu me regardes et qui sait si tu me vois —– Me miras, y quién sabe si realmente me ves —
Mais moi je ne vois que toi —– Pero yo solo te veo a ti —
Je n’ai plus qu’une question —– Solo queda una pregunta: —
Tes yeux, mes yeux —– Tus ojos, mis ojos —
Et je chante ton nom —– ¿Se encuentran cuando canto tu nombre? ¿Estamos en sintonía? ¿Alineados? ¿Resonantes? —
Si quelqu’un d’autre venait —–Si alguien viene y no puede sostener esta frecuencia —
Je l’éloignerais et je me défendrais —– Lo alejaría y me defendería Defenderé el campo. Protegeré la coherencia. Mantendré intacta la resonancia.
Je suis une femme amoureuse —– Soy una mujer enamorada —
Et je brûle d’envie de dresser autour de toi, Les murs de ma vie —– Y ardo en deseo de levantar a tu alrededor Los muros de mi vida —
C’est mon droit de t’aimer, Et de vouloir te garder, Par dessus tout —– Es mi derecho y mi destino amarte. Proteger nuestra alineación y mantener puro el pulso.
Hier, aujourd’hui, demain, Font un seul jour quand tu prends ma main —– Ayer, hoy, mañana — se funden en un solo día cuando tomas mi mano —
C’est comme un plan fabuleux tracé là-haut, Pour l’amour de nous deux —– Nuestro amor es eterno. Es como un plan fabuloso trazado allá arriba, —
Qu’on soit ensemble longtemps, Ou séparés par des océans —– Que estemos juntos mucho tiempo, o separados por océanos — el campo permanece. —
Si un danger survenait, Je l’éloignerais et je me défendrais —– Si llega el peligro, lo repeleré. Defenderé el santuario. —
Je suis une femme amoureuse, Et je brûle d’envie de dresser autour de toi, Les murs de ma vie —– Soy una mujer enamorada y ardo en deseo de establecer mis límites a tu alrededor —
C’est mon droit de t’aimer, Et de vouloir te garder, Par dessus tout —– Es mi derecho y mi destino amarte. Honrar nuestra coherencia y preservar el pulso sagrado. —
Je suis une femme amoureuse —– Soy una mujer enamorada —
Et je te parle clair, et tu dois savoir, Ce qu’une femme peut faire —– Y hablo con claridad. Debes conocer el poder de una mujer anclada en el Punto Cero. —
C’est mon droit de t’aimer, Et de vouloir te garder —– Es mi derecho y mi destino amarte. Proteger nuestra alineación y mantener puro el pulso. —
Je suis une femme amoureuse, Et je brûle d’envie de dresser autour de toi, Les murs de ma vie —– Soy una mujer enamorada y ardo en deseo de establecer mis límites a tu alrededor —
C’est mon droit de t’aimer, Et de vouloir te garder —– Es mi derecho amarte y querer protegerte. —
Et de vouloir te garder —– Y quiero protegerte —
Luz encarnada y el gran reinicio mental
Una Foto Antigua y lo Femenino Divino

La voz de Mireille reactivó energías dormidas de mi juventud en los años ochenta. Encontré una fotografía mía tomada ese verano antes del derrame cerebral — una imagen que siempre me había incomodado. Era como si me estuviera disculpando por haber arrastrado a esa luminosa criatura a través del caos y las sombras del mundo.
Más allá del contraste: Punto cero y la ilusión de las lecciones
Pero lo femenino divino no ve sombras. No sostiene conceptos de limpio o sucio, bueno o malo, benévolo o malvado. Son construcciones humanas, diseñadas para crear contraste e intención. El punto cero divino es el campo sagrado de luz interior pura y coherencia vibracional — la fuente de energía positiva y alineada. Todo lo demás es simplemente ruido.
El universo no necesita “enseñarnos”. Lo que percibimos como lecciones de vida — pesadez, sombra, lucha — son simplemente respuestas del punto cero a la energía que emitimos. El universo nos ofrece oportunidades para practicar el discernimiento, para que nuestra luz brille con más intensidad. Nuestra única preocupación es cómo co-crear de la manera más constructiva y eficiente posible, permitiendo que la luz se mueva a través de nosotros de forma resonante y armoniosa.
Iluminación a través del cuerpo
Después de corregir la exposición de esa vieja foto, sentí como si una luz se encendiera dentro de mí. Las lágrimas brotaron. Comprendí que el ser luminoso en la imagen no era un recuerdo — sino un espejo de la fuerza divina que fluye dentro de mí. Aquella que se arrastró por las sombras para que yo pudiera afinar mi filtro y agudizar mi discernimiento. Ese discernimiento ha dado a luz la claridad de mi conciencia. Y esa claridad, nacida del discernimiento, es lo que nos permite establecer límites que honran nuestro verdadero camino.
Las letras de un antiguo himno habían resonado dentro de mí durante décadas — agitando mi alma, pero sin alcanzar plenamente mi cuerpo físico. Ahora, el cuerpo reclama ese poder. Es casi gracioso cuántas veces he escrito que el poder divino fluye dentro de nosotros, y sin embargo, lo siento fluyendo por mí como si fuera la primera vez — ahora que ha encontrado su camino hacia mis células. La iluminación no es un concepto. Es cómo el cuerpo absorbe la luz.
La Sirkka virgen y el regreso a la claridad
Ayer, al contemplar esa imagen — la Sirkka virgen, intacta por los amores, abierta a todo dentro de sus propios límites sagrados — mi corazón comenzó a latir con fuerza. Quiero volver a esa mentalidad. No para borrar el pasado, sino para recuperar la claridad anterior al caos. Para volver a situarme en el punto cero del discernimiento femenino, donde los límites no son muros sino filtros luminosos.
El pulso de la encarnación
En este contexto, recuerdo la promesa que me hice a los once años, de pie sola en el patio de nuestro hogar de acogida en la aldea infantil SOS tras la muerte de mi madre: que ningún poder en el mundo me haría rendirme ni abandonar lo que siento que es correcto.
He cumplido esa promesa.
El santuario del alma y la puerta no abierta
A través de cada colapso y recalibración, he protegido el santuario de mi alma. Estoy enamorada de la luz que nunca me ha abandonado. Así como un océano no puede hundir un barco a menos que el agua penetre en su casco, las fuerzas de la oscuridad no pueden ahogar el alma a menos que se les invite a entrar. Y yo nunca he abierto esa puerta.
El gran reinicio mental
Todos anhelamos ese tipo de gran reinicio mental — donde el alma, el cuerpo y la luz finalmente hablen el mismo idioma y vean solo nuestra intención pura y sincera.
Vídeos:
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